martes, 19 de octubre de 2010

Tienes un comentario

Son tan inhabituales que cada vez que me topo con uno me emociono. No, los espacios que los periódicos digitales dedican todavía, y por no se sabe qué rara inercia, a la música clásica no suelen ser un hervidero de aficionados ansiosos por aportar su punto de vista sobre el particular. Salvo que te cisques en algún artista local. Entonces, sí. Familiares y amigos llegan en tropel. Pero como eso no suele ocurrir, las noticias, reseñas o comentarios críticos dedicados a conciertos, discos y acontecimientos musicales pasan por completo desapercibidos por la red. Así que cuando veo al pie de alguna de mis colaboraciones un comentario, se me saltan las lágrimas y ni que decir tiene que lo leo con muchísima atención. Algo así me pasó el sábado pasado en mi reseña crítica para Diario de Sevilla del disco recién aparecido en ECM de Jan Garbarek y The Hilliard Ensemble que ayer mismo traía al blog. Aunque fue una sorpresa relativa, ya que el contenido musical del CD, fronterizo entre lo que se suele entender como música clásica y las llamadas nuevas músicas, es propicio al comentario y al tópico, reconozco que leer a Garbaro me llenó de perplejidad. El comentario concreto, dejado el mismo sábado a las 09.58, era el siguiente:
Cómo sóis los puristas, que perdonais la vida a experimentos como éste desde vuestro altar. Por lo menos, lo hacéis con buenas palabras, aunque se nota el tono altivo y condescendiente. Y jazz lo que se dice jazz, nunca hizo Garbarek, pero bueno. . . [Todo sic y firmado por Garbaro]
No tengo ni idea de si Garbaro me conoce, personalmente o por objeto o sujeto interpuesto, ha seguido mi trayectoria como crítico o me leía por primera vez, pero me resulta imposible imaginar el camino que le ha llevado a reconocerme como un "purista" y subirme a un altar (algo tan inadecuado tratándose de mí; en todo caso un podio). Por más que releo mi reseña tampoco encuentro ningún tono altivo ni condescendiente, aunque en fin, nunca se sabe, el azote de los puristas me advierte de que en realidad Jan Garbarek nunca hizo jazz, "pero bueno", me perdona la vida por esta vez... Así que no llegará la sangre al río: seguiré cogiendo el coche sin mirarle los bajos.

1 comentario:

Freia dijo...

Jajaja
Es estimulante...