lunes, 28 de febrero de 2011

Los últimos de Anemos

[Benet Casablancas. © Juan Lucas]
El proyecto ha sido ilusionante pero breve. En 2009, Diverdi producía, con el apoyo del INAEM, los primeros seis ejemplares de una nueva colección discográfica dedicada a la música española de nuestros días, para la que se escogió la sugerente marca de Anemos, y a finales de 2010 aparecía la segunda tanda, esta vez de cinco referencias, que parece que será también la última, pues los nuevos responsables del Ministerio de Cultura no se muestran muy interesados en seguir adelante con la aventura.

Anemos comenzó su andadura con trabajos monográficos dedicados a Guerrero, Sotelo, Camarero, Rueda, Sánchez-Verdú y Cristóbal Halffter, cuya obra actúa de factor común entre las dos entregas, pues se ofrece ahora el segundo volumen de su música cuartetística, que reúne los Cuartetos nº 2 Mémoires (1970), inspirado en Beethoven, por la fecha del segundo centenario del nacimiento del genial sordo, y nº7 Espacio de silencio (2007), que tiene como punto de partida extramusical a las Coplas de Jorge Manrique. Dos breves obras, Con bravura y sentimiento (1991) y Zeitgestalt (1996), completan el disco. El intenso trabajo del Cuarteto Arditti deja constancia de la importancia de una música siempre coherente y personal que no había tenido entre nosotros la difusión necesaria, acaso cegados por el imponente brillo de la producción orquestal del compositor. La incógnita que se plantea es si algún sello publicará el final de la serie, ya imprescindible.

De Santiago Lanchares (Palencia, 1952) se incluye Castor y Polux (2004-09), un ballet compuesto para piano y percusión en un lenguaje reconociblemente tonal, que carga a la vez con un indisimulable gozo por la melodía (la sensual Leda de la apertura) y una intensa y repetitiva pulsión rítmica (como en la presentación de los gemelos). El percusionista Miguel Bernat y el pianista Ananda Sukarlan, que completa el CD con tres miniaturas del Cuaderno de estilo (2009), se funden en admirable sincronía.

El resto de trabajos está dominado por la orquesta. La de RTVE dirigida por Adrian Leaper presenta cuatro obras de Alfredo Aracil (Madrid, 1954): Giardino-Notte (1994), Adagio con variaciones (1996), Paisaje invisible (en dos partes, que en el CD separa el Adagio; 1999) y Epitafio de Prometeo (2006). En todas ellas se saborea de un modo u otro ese gusto de Aracil por el refinamiento en el trabajo textural, la ingravidez, la levedad y el lirismo. La Nacional de España dirigida por Josep Pons se acerca a tres obras de Benet Casablancas (Sabadell, 1956): Tres epigramas (2001), Alter Klang (2006) y Darkness visible (2009), música de ricas y variadas orquestaciones e inspiración expresionista. Finalmente, Luis de Pablo (Bilbao, 1930) hace acto de presencia con dos encargos de la Orquesta de la RAI: Casi un espejo (2004), un tríptico que se adscribe al último estilo del compositor, cargado de lirismo y una luz diríase mediterránea; y Passio (2005-06), obra ambiciosa, escrita sobre textos de Primo Levi y que enlaza con la gran tradición del género incorporando solistas vocales y coro masculino.
[Diario de Sevilla. 26-02-2011]


2 comentarios:

pensamientos pastosos dijo...

¿Ud. sinceramente cree que de alguno de esos discos se han vendido mas de 500 ejemplares?

Pablo J. Vayón dijo...

Pues ni repajolera idea. Aunque vender 500 ejemplares de un disco es hoy por hoy ya una pequeña hazaña.