lunes, 21 de marzo de 2011

El cura en el teatro

[Il Giardino Armonico]
La extraordinaria difusión que en el último medio siglo ha alcanzado su música de concierto no afecta para nada al hecho de que Antonio Vivaldi volcara lo mejor de su fantasía artística en la composición de óperas, y ello a pesar de su condición de sacerdote, lo que le ocasionaría algún enojoso inconveniente. Formado como violinista junto a su padre, miembro de la orquesta de la veneciana Basílica de San Marcos, Vivaldi había obtenido su primer puesto como músico profesional en septiembre de 1703 al ser contratado como Maestro di violino en el Ospedale della Pietà. Toda su vida mantendría el compositor algún tipo de relación con esta institución, una de las cuatro que en la república de Venecia se hacía cargo de los niños huérfanos, abandonados e ilegítimos, ofreciendo a una parte de ellos una esmerada formación musical.

Tras la publicación de sus primeras colecciones de sonatas (1705, 1709), la fama del compositor se extendió con rapidez, lo cual no evitó que en 1709 perdiera temporalmente su cargo en la Pietà, a la que volvería en 1711. El paréntesis de su colaboración con el Ospedale sirvió al músico para acercarse al ambiente operístico de la Serenísima. En 1710, su relación con el Teatro Sant'Angelo, uno de los más populares de la ciudad, está ya documentada. Sin embargo, la primera ópera conocida del compositor se estrenaría en la no lejana Vicenza. Se trata de Ottone in villa, una comedia de ambiente pastoril que fue presentada en 1713. Vivaldi tenía ya 35 años, edad avanzada para un debutante en el género, a pesar de lo cual al final de su vida afirmaba haber compuesto más de 90 óperas, lo que, aun teniendo en cuenta que muchos de esos títulos eran pastiches, es una cifra asombrosa para un hombre que murió con 63 años y dejó además una larguísima lista de piezas instrumentales y sacras.

El interés por la producción teatral de Vivaldi es relativamente reciente, pero desde el punto de vista discográfico abarca ya a casi toda su producción. En concreto, de Ottone in villa han coincidido dos versiones en un breve espacio de tiempo: una de Federico Guglielmo para Brilliant y esta de Giovanni Antonini para la extraordinaria Vivaldi Edition de Naïve. Encendidamente teatral, la visión de Antonini se apoya en una ejemplar administración de los recursos orquestales, lo que le permite conseguir unas atmósferas en permanente cambio, de lo dramático a lo lírico, de lo ligero a lo sentimental. El elenco es estupendo, comenzando por la jovencísima soprano rusa Julia Lezhneva que, con solo 20 años, muestra no solo una admirable agilidad en el canto ornamentado, sino también una soberbia elegancia natural en las piezas más líricas y expresivas. Veronica Cangemi pone voz con homogeneidad y buen gusto a Cleonilla, personaje central de la obra, y Sonia Prina aporta autoridad y nobleza a un Ottone que crece en los momentos de más hondo patetismo. Roberta Invernizzi y Topi Lehtipuu completan con excelencia el lujoso reparto.
[Diario de Sevilla. 19-03-2011]


ANTONIO VIVALDI (1678-1741): OTTONE IN VILLA
Dramma per musica in tre atti con libreto de Domenico Lalli

Sonia Prina, contralto (Ottone)
Julia Lezhneva, soprano (Caio Silio)
Verónica Cangemi, soprano (Cleonilla)
Roberta Invernizzi, soprano (Tullia)
Topi Lehtipuu, tenor (Decio)

Il Giardino Armonico
Director: Giovanni Antonini
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2 CD NAÏVE OP 30483 (Diverdi) [77'19'' - 57'52'']
Grabación: Mayo de 2010









1 comentario:

J. Rogelio Rodríguez dijo...

Altamente recomendable. La compré en Navidad (2010), me refiero a "Ottone in villa" y la he disfrutado mucho. Cuatro audiciones en dos meses (para el poco tiempo que tengo, créeme que es un record). La colección de Naïve, su rescate vivaldiano, es interesantísima.

En cuanto a Il giardino armonico, me parece uno de las grandes agrupaciones barrocas del momento. NO sólo Vivaldi, su Handel es exquisito, vivaz, lleno de matices. Los vi en directo en año pasado en el Auditorio Nacional y me deslumbraron.

Un saludo.