[Antigua Carnicería de Baeza. Detalle de la fachada] |
Estuve como otros años unos días en Jaén disfrutando, en compañía de algunos amigos que allí encontré, de un clima estupendo, una gastronomía exquisita y unos conciertos magníficos. Llegué a Baeza el sábado 3 a mediodía con tiempo para asistir a la actuación de Fahmi Alqhai, que cerraba así su participación en un Curso de Interpretación de viola da gamba que la UNIA (Universidad Internacional de Andalucía) organizó dentro del Festival. El recital tuvo lugar en el Paraninfo de la Antigua Universidad, justo al lado del aula de Antonio Machado, que enseñan a los visitantes como una estampa congelada en el tiempo. Alqhai ha ido refinando con los años los programas que ofrece en solitario y hasta Baeza trajo un Improvising through the spirit of gambo que es un bien trabado recorrido por las posibilidades del instrumento, que parte cronológicamente de Tobias Hume y deriva en Jimi Hendrix, después de pasar por Gaspar Sanz, Marin Marais o El cant del ocells, dedicado emotivamente a la memoria de Montserrat Figueras.
Por la noche, en el Auditorio del Hospital de Santiago de Úbeda actuaban la Capella de Ministrers de Carles Magraner y el Coro de la Generalidad valenciana en un programa dedicado a Tomás Luis de Victoria, que el grupo lleva moviendo desde hace más de un año (grabación incluida) y era una de las contribuciones del CNDM al Festival. Un Victoria con instrumentos (demasiada flauta para mi gusto), cantado y tocado con intensidad, en versiones descarnadas, con algunas irregularidades, pero que mostró que hoy por hoy el coro valenciano es, aun en versión reducida, de los mejores de España. Visión atenta a la horizontalidad de la música, a los choques de timbres, algo diferente a lo que suele oírse en este repertorio.
El domingo 4 al mediodía había un concierto del grupo de Eduardo Paniagua en el Museo de la Batalla de Las Navas de Tolosa, situado en la localidad de Santa Elena en Despeñaperros. No pude asistir porque el programa de actividades era muy denso y no podía permitirme estar cuatro días sin trabajar. Salí en cualquier caso a dar un paseo algo después de la 1 de la tarde y tuve la suerte de pasar por delante de la Iglesia de la Santa Cruz en el momento en que el Ensemble Organum ensayaba. Como el templo estaba abierto al público me senté y escuché un rato, hasta que una amable señorita vino a sacarme de mis ensoñaciones avisándome de que en aquel justo momento la iglesia se cerraba al visitante y yo me había quedado solo. Puse mala cara, pero fue sin querer.
[Ensemble Organum en Sta. Cruz] |
A las 23.59 estaba programado esa misma noche el concierto del Ensemble Organum en la iglesia de Santa Cruz en una de las iniciativas más originales, y finalmente más exitosas, del festival de este año, estas citas nocturnas para la conmemoración anticipada del octavo centenario de la batalla de Las Navas de Tolosa. El estreno tuvo el característico toque Organum: cuarteto vocal (Sicot, Candau, Tavernier, Pérès) deambulando por distintos espacios de la pequeña iglesia románica para interpretar un repertorio de canto llano y primitivas polifonías extraídas de manuscritos procedentes de San Marcial de Limoges, Moissac y Santiago de Compostela (el Congaudeant Catholici del Calixtinus). El estilo, el de siempre, orientalista: personalidad perfectamente reconocible de cada voz, emisiones irregulares, floridas ornamentaciones, disonancias... todo muy expresivo y muy intenso.
[Órgano de San Andrés de Baeza] |
Por la noche había que volver a Úbeda, pero esta vez no al Hospital de Santiago sino a la imponente Sacra Capilla del Salvador, espacio privado vinculado a la Casa Ducal de Medinaceli, donde se celebraba el segundo concierto dedicado a Tomás Luis de Victoria programado a través del CNDM. El Ensemble Plus Ultra de Michael Noone presentaba un programa mariano (muy propio del tiempo político que vivimos, pues), que incluía entre otras obras una misa policoral (Ave Regina a 8). Noone ha ido registrando en los últimos años una importante colección de música de Victoria en el sello Archiv gracias a la financiación de la Fundación Caja Madrid. Universal Spain acaba de publicarla completa en una muy mona cajita que contiene los 10 cedés. La interpretación de Noone y su grupo tiene todas las virtudes del proverbial sonido británico: afinación impecable, empaste perfecto, brillo, claridad, redondez... y también sus defectos, que se sustancian en una cierta impersonalidad tímbrica que conduce a la asepsia expresiva. Todo el mundo salió en cualquier caso levitando, y lo cierto es que ese estilo interpretativo aplicado a la gran polifonía renacentista provoca de forma generalizada ese efecto en la inmensa mayoría de los aficionados. Yo lo disfruté, porque es casi imposible no gozar de esa música majestuosa, pero prefiero versiones que den más importancia a la individualidad de los timbres, más horizontales, más terrenales.
A medianoche se repetía la experiencia del día anterior, pero esta vez en un espacio singular, la bautizada como Sinagoga del Agua, también un Úbeda, un recinto descubierto en 2007 durante unas obras para la construcción de bloques de viviendas y que ha sido restaurado y puesto en valor. El espacio, que puede visitarse desde 2010, incluye varias salas, entre ellas la del Mikveh o baño ritual, según nos explicaron uno de los pocos que se conservan en Europa. El concierto tuvo lugar en lo que debió ser la propia sinagoga y contaba con Begoña Olavide y su grupo Mudéjar que, en formación de trío (a Olavide se unieron Giovannello de Genaro y Ramiro Amusategui) ofrecieron un recorrido por romances sefardíes conservados en el Magreb. La tendencia a la medievalización de este repertorio, que se ha conservado en recopilaciones y cancioneros muy tardíos, es habitual, y aquí tuvimos una nueva muestra, con uso de instrumentos típicos de la Edad Media (laúd, salterio, fídula) y técnicas de vocalización de indudable vinculación con el Mediterráneo oriental. Al final, pasada la una de la madrugada, nos dejaron visitar todas las salas, incluso con guía. Fue bonito.
2 comentarios:
:)
Qué bonitos sitios, Úbeda y Baeza, Pablo. estuve el año pasado, por primera vez, y disfruté muchísimo.
¡Feliz Navidad!
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