[El árbol de Diana de Martín y Soler visto por Fco. Negrín a su paso por el Real. © Javier del Real] |
La obra de Martini nació como encargo del emperador José II para las bodas de su sobrina la archiduquesa María Teresa de Austria con el príncipe de Sajonia. Un libertino reconocido como Da Ponte disfrutaría mucho ofreciéndole al Emperador, quien acababa de abolir la institución monacal, una pieza en la que la diosa de los bosques y de la caza, que tiraniza a sus ninfas obligándolas a cumplir con su ideal de castidad, acaba enamorada del pastor Endimión, todo ello envuelto en un fino erotismo, como comentaría el propio libretista "voluptuoso, sin caer en la lascivia".
El árbol de Diana era la tercera ópera salida de la colaboración entre libretista y músico. Estrenada el 1 de octubre de aquel 1787, la obra tuvo un extraordinario éxito y alcanzó rápida difusión por Europa. Lejos de la estéril comparación con la producción mozartiana de la época en la que tantos siguen empeñados, la ópera de Martín y Soler resulta no sólo un compendio de "melodías dulces, que uno siente profundamente en el espíritu, y muy pocos saben imitar", como opinaba el propio Da Ponte de su compañero de aventura, sino una obra perfectamente incardinada en el género buffo y fantástico de su tiempo (Schikaneder la tuvo muy en cuenta para el libreto de La flauta mágica), en la que el compositor valenciano deja muestras de su facilidad para la melodía, pero también de su exquisito dominio del color orquestal y de su capacidad para dibujar, aun someramente, los perfiles psicológicos de cada personaje.
Dynamic presenta ahora la coproducción que Liceo de Barcelona y Teatro Real de Madrid encargaron al mexicano Francisco Negrín, quien respondió con una propuesta intemporal, llena de colorido, luz, imaginación y movida con notable gracia y sutileza. Para el estreno en el Liceo en octubre de 2009, la batuta la tomó Harry Bicket, que supo sacar de la orquesta del teatro, en formación reducida, una chispa y una agilidad no siempre habituales en el conjunto barcelonés. Los ocho solistas que exige la obra se enfrentan a arias de notable dificultad y a abundantes números de conjunto, y aquí se logró un elenco homogéneo y de correcta adecuación estilística, sobrado para hacer disfrutar al aficionado de esta deliciosa comedia sin pretensiones, nada menos.
[Diario de Sevilla. 18-12-2010]
Vicente Martín y Soler (1754-1806): L'ARBORE DI DIANA
dramma giocoso en dos actos con libreto de Lorenzo Da Ponte
Laura Aikin, soprano (Diana)
Michael Maniaci, contratenor (Amore)
Ainhoa Garmendia, soprano (Britomarte, Genio 1, Ninfa 1)
Marisa Martins, mezzosoprano (Clizia, Genio 2, Ninfa 2)
Jossie Pérez, mezzosoprano (Cloe, Genio 3, Ninfa 3)
Charles Workman, tenor (Silvio)
Steve Davislim, tenor (Endimione)
Marco Vinco, barítono (Doristo)
Orquesta Sinfónica del Gran Teatro del Liceo
Director musical: Harry Bicket
Director de escena: Francisco Negrín
Escengorafía: Rifail Ajdarpasic y Ariane Isabell Unfried
Vestuario: Louis Désiré
Iluminación: Bruno Poet
Coreografía: Thomas McManus
Videoproyecciones: Joan Rodón y Neorender Studio S.L.
Director del vídeo: Matteo Ricchetti
Subtítulos en inglés, italiano, alemán, francés, español y catalán
----------
DYNAMIC 33651 (Diverdi) [c.147']
Grabación: Octubre de 2009
2 comentarios:
Tuve ocasión de verla este año en el Real. Mereció la pena, sin lugar a duda.
La obra de Martini es brillante y estas recuperaciones muestran que el universo del clasicismo es bastante más que las 7 grandes óperas de Mozart o los grandes oratorios de Haydn. L´Arbore es una obra maravillosa, especialmente en sus dúos.
Um cordial saludo.
Reconozco que sólo conocía fragmentos de la obra. Este DVD me dio la ocasión de escucharla entera por primera vez, y lo cierto es que me encantó, me gustó más que todo lo que había oído hasta ahora de Martín y Soler (incluida Cosa rara). La puesta en escena de Negrín me gustó mucho también.
Publicar un comentario