[Katia Kabanova de Janáček vista por Robert Carsen en el Teatro Real de Madrid] |
En el fondo, esta postura estética supone una vuelta a los orígenes de la ópera, cuando la música se concebía como una herramienta al servicio de la palabra. Aquel estilo recitativo, aquel cantar parlando de Monteverdi y sus contemporáneos, que de una u otra forma se había revitalizado ya en la obra de Mussorgsky, Wagner o en el Pelléas et Mélisande de Debussy, adquiere en Janáček una entraña casi moral, pues para el checo sólo parece lícito penetrar en el mundo de las pasiones humanas a través de un ejercicio de despojamiento que hace del habla la única fuerza capaz de abrir y explorar los corazones.
Desde la tempranera Jenufa, Janáček va así desarrollando un estilo de drama musical que se dirige a lo esencial, tanto desde el punto de vista de la forma como de la expresión. Sus obras atienden a dramas íntimos pero universales desde una perspectiva eminentemente realista, lo que no significa siempre un naturalismo descarnado, pues se trata de piezas llenas de sugerencias poéticas, que fueron magníficamente atrapadas por Robert Carsen en su puesta en escena de Katia Kabanova, ópera en tres actos de 1921, para la Ópera Flamenca de Amberes que en diciembre de 2008 llegó al Teatro Real de Madrid, donde se hizo la filmación que ahora oferta el sello FRA.
Katia Kabanova está basada en una obra del escritor ruso Alexander Nikoláievich Ostrovski ambientada a orillas del río Volga, y Carsen aprovecha este hecho para hacer del agua, de la luz (predominantemente, azul) y de sus reflejos parte fundamental de su audaz y sugestiva propuesta, que combina la belleza puramente visual, que tiene mucho que ver con el tratamiento del color y la desnudez escénica, con una profundidad dramática trabajada al detalle tanto en las escenas de masa como en las más íntimas. La partitura, de extraordinaria sutileza orquestal, es defendida admirablemente por Jiří Bělohlávek y unos solistas que domina imponente la finlandesa Karita Mattila, que hace un retrato desgarrador de la protagonista. Miroslav Dvorský como apasionado Boris, Guy De Mey como apocado Tichon, Dalia Schaechter como castradora Kabanicha y Natascha Petrinsky como sensual Varvara forman parte también del elenco para completar un espectáculo hecho para conmover igualmente el intelecto y las emociones.
[Diario de Sevilla, 4-12-2010]
LEOŠ JANÁČEK (1854-1928): KÁT'A KABANOVÁ
ópera en tres actos, con libreto del compositor a partir de La tormenta, drama de Aleksandr Nikoláyevich Ostrovsky
Oleg Bryjak, bajo-barítono (Dikoj)
Miroslav Dvorský, tenor (Boris)
Dalia Schaechter, mezzosoprano (Kabanicha)
Guy De Mey, tenor (Tichon)
Karita Mattila, soprano (Katia)
Gordon Gietz, tenor (Kudrjaš)
Natascha Petrinsky, mezzosoprano (Varvara)
Marco Moncloa, barítono (Kuligin)
Itxaro Mentxaka, mezzosoprano (Glaša)
María José Suárez, mezzosoprano (Fekluša)
Coro y Orquesta Sinfónicos de Madrid
Director del coro: Peter Burian
Director musical: Jiří Bělohlávek
Director de escena: Robert Carsen
Escenografía y vestuario: Patrick Kinmonth
Iluminación: Robert Carsen y Peter van Praet
Coreografía: Philippe Giraudeau
Una producción de la Vlaamse Opera de Amberes
Dirección del vídeo: François Rousillon
Subtítulos en inglés, francés, alemán, español e italiano
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FRA MUSICA FRA 503 (Harmonia Mundi) [c.108']
Grabación: Diciembre de 2008
1 comentario:
De entre todas las óperas que he visto en el Real-y son muchísimas-situaría esta producción de Carsen como la más poética de todas ellas y, desde luego, como una de las que mejor funcionaba escénicamente. Fue una maravilla.
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