jueves, 9 de diciembre de 2010

Una Oda en la muerte de Míster Henry Purcell

Por fin, después de muchos años, se publica An Ode on the Death of Mr. Henry Purcell en una interpretación que haga competencia a la clásica de Bowman y Chance con King (tristemente convertido en un apestado de la música clásica: espero con ansia su visita a Sevilla para aplaudirlo con más ganas). Y no digo que no las hubiera antes (versiones con la fuerza sugestiva de aquélla), pero yo no las recuerdo.

ODA A LA MUERTE DEL AMIGO
En la Inglaterra de Purcell las flautas dulces tenían significado fúnebre. Por eso, John Blow las emplea en la hermosísima oda para dos contratenores, dos flautas y continuo que escribió con motivo de la muerte de su amigo, el autor de Dido y Eneas, de quien el CD incluye también una serie de canciones para una o dos voces e igual instrumentación. Como de costumbre, Carlos Mena está espléndido, luciendo la belleza expresiva, homogénea y redonda de su timbre, y Damien Guillon le da correcta réplica sobre el fondo de un acompañamiento detallista, flexible y dramático.
[Diario de Sevilla. 4-12-2010]


Blow: Oda a la muerte de Henry Purcell. [22'02''] Carlos Mena. Damien Guillon. Ricercar Consort. Philippe Pierlot.

6 comentarios:

J. Rogelio Rodríguez dijo...

Buenos días.

La versión que comentas de Bowman con King en la dirección me parece maravillosa. Tal vez la voz nasal de Bowman genere alguna resistencia (en algunos oyentes) pero lo cierto es que elegancia de King cuando interpreta as Purcell está fuera de toda duda.

Que Carlos Mena interprete esta obra, con el Ricercar (P. Pierlot?) y -además-en la edición (deduzco) de Mirare, significa que me lo compro ya mismo...

Una última pregunta: ¿por qué dices sobre King "tristemente convertido en un apestado de la música clásic"? ¿Qué ha ocurrido?

Yo sólo he asistido a dos conciertos suyos y de su Kings Consort (uno de ellos fue un Fairy Queen en San Sebastián). Siempre me impresionó su trabajo y sigue siendo una de mis referencias en el periodo barroco inglés.

UN abrazo.

Pablo J. Vayón dijo...

Robert King pasó un par de años en prisión a causa de un antiguo y turbio asunto de abusos de menores. Cuando salió en 2009 se encontró con que su grupo lo dirigía Matthew Halls, quien no parecía dispuesto a devolver ni el control del grupo ni el nombre, lo que al final King logró en los tribunales. Sin embargo, la mayoría de sus antiguos músicos parece que ha preferido seguir con Halls bajo otra marca (Retrospect Ensemble) y en su torno se ha creado un vacío que debe resultar bastante incómodo. A Sevilla King viene de cualquier forma con su coro (ignoro si habrá muchos cantantes antiguos) y con un cuarteto de solistas bastante potable(Claire Debono, Hilary Summers, Joshua Elicott y David Wilson-Johnson). De cualquier modo, sé lo poco que algunos buenos conocedores de este escabroso tema me han contado: yo tampoco estoy demasiado puesto sobra el particular.

J. Rogelio Rodríguez dijo...

No tenía ni idea, Pablo.

La verdad es que las revistas especilizadas (las que yo suelo leer) no dieron publicidad a ese desgraciado hecho.

Sigo pensando que en la música de Purcell sigue siendo la referencia, de momento.

(Cuando leía tu comentario me venía a la memoria una historia parecida de J. Rosenmüller).

Anónimo dijo...

Una lastima que Carlos Mena haya tenido que compartir el disco con esa "cacatua". Son tan feas las voces de contratenores al cambiar el registro al pecho, para simular unos graves imposibles de alcanzar de otro modo.
Para mi gusto las voces no empastan y lo bueno de Carlos se lo afea la gallina. Aderezado todo con ese timbre de sirena de fábrica que tantos ibuprofenos hacen necesarios para el oyente.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Sobre King hay que añadir que su antiguo sello, Hyperion, tuvo la desvergüenza de borrar en todo lo posible su rastro. Incluso se eliminó su nombre como fundador del King's Consort en el currículum de la orquesta. Una auténtica "damnatio memoriae", vamos.

Cierto es que King cometió un delito, pero ya ha pagado por ello. Bochornoso lo que le han hecho sus antiguos colaboradores y el vacío que, como comenta Pablo, se ha creado en torno a su figura.

Lo peor es que a otros artistas con las mismas "aficiones" sexuales se les trata de manera muy distinta. Es el caso de James Levine (no digo nada nuevo, está en la prensa), a quien los abultados cheques del Metropolitan le han librado de la cárcel hasta ahora. Y ahí sigue, reinando en Nueva York sin que nadie le trate como a su colega británico. Solo en Múnich hubo cierto escándalo cuando le nombraron titular de la Filarmónica. Poderoso caballero...

J. Rogelio Rodríguez dijo...

Yo sigo sin salir de mi asombro. Después de leer el comentario de FLV-M, mi capacidad de sopresa queda superada. Lo que comentas del (muchas veces) exquisito sello británico, de ser cierto -y no dudo de tu palabra- no tiene nombre.

Una vez más reivindico el magisterio de King en Purcell (sobre todo). Su colección de los "Complete Anthens & Services" del maestro autor de Orpheus Britannicus es sensacional. Fue todo un hito en la historia de la fonografía; sin lugar a dudas uno de los proyectos más ambiciosos y mejor logrados del barroco inglés.

Por cierto, y reivindicando el valor artístico de King, sus interpretaciones de muchos oratorios de Handel son soberbios. Y de referencia también: El Judas, An ocasional oratorio, Deborah, Joshua...

Saludos.